La variedad climática de la capital colombiana pone a prueba a diario la habilidad de estructurar una vestimenta que considere el entorno, las actividades cotidianas y la marca personal de quien se viste; los constantes cambios en el clima desafían la capacidad de crear combinaciones cromáticas que reten, pero complementen el gris de los edificios bogotanos, los colores opacos de los días lluviosos, el verde frío de las montañas de la ciudad y los días soleados contrapuestos en los grandes edificios del centro.
De allí la que debería ser una inexorable cualidad del hombre actual, la capacidad de crear. Como afirmaba Picasso, “la calidad de un pintor depende de la cantidad de pasado que lleve consigo” Vestir, es crear, plasmando lo que somos. La elección correcta de cada prenda de un look debe imprimir en ella la marca personal de quien selecciona cada elemento de un conjunto y para marcar la diferencia es necesario contar con cuatro elementos claves, además del don de crear; el primero, claramente es conocerse, identificar los tamaños, formas y los elementos que favorecen, resaltan o engrandecen su figura.
El segundo, contar con las piezas correctas para crear, tener las texturas y prendas diseñadas exclusivamente para lo que sería el lienzo de la obra, los rasgos fisiológicos del individuo.
"Bienvenido a vivir una dimensión del futuro, de lo que está por venir y de lo que los grandes expertos tienen para contarnos. Una sección de actualidad para el lector que quiere adaptar lo que está pasando en el mundo a su estilo, a su día a día."
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En este punto la sastrería artesanal garantiza la utilización de elementos de alta calidad que además de ser diferenciadores en el resultado del conjunto, resaltan positivamente al ser diseñados a la medida.
El tercero, es nuestra experiencia, a lo que se refería Picasso, que en cada pincelada haya una huella de nosotros mismos, eso quiere decir, que en la elección de cada elemento de un outfit exista un poco de nosotros mismos, recuerden que acertar exige arriesgar.
Y el cuarto elemento, en el que haremos más énfasis en esta nota, son las tendencias, estar conectados con ellas significa una conexión con el entorno, reconocer los comportamientos de la moda en nuestro ambiente se traduce en contar con elementos de decisión para la compra de nuestras prendas, la elección de los colores y las apuestas que hagamos con la combinación de elementos.
Por eso a partir de ahora, en Valencia Sartorial contribuiremos con este punto, con una completa actualización mensual de nuestra sección tendencias y todo lo que abarca este concepto. Para esto los invitamos a no perderse nuestros próximos artículos. Porque estar conectados con el entorno significa elecciones más acertadas, únicas, elecciones que solo tomaría el hombre actual, el hombre exclusivo, el que compra en Valencia Sartorial.
Harris Tweed, un rey que se niega a abandonar su trono
Por: Jesús Valencia
Hay paños que se resisten a pasar de moda, a quedarse en el tiempo como parte de la memoria de una generación –como si fuera el ícono en común de las grandes leyendas- y tal es el caso del Harris Tweed, el tejido artesanal, originario de las islas híbridas de Escocía, típico diseño tartán, distintivo de los clanes escoceses de tierras altas, que hoy resurge propuesto por las mentes de grandes de la moda Inglesa e Italiana. Este lienzo, designado a lo largo del tiempo junto a la franela, con el título de reyes de lo clásico y lo elegante, hoy se niega a abandonar su trono y se reinventa.
De esta manera los fenómenos recientes han ido restituyendo sus cualidades y características y han ido ubicándolo nuevamente en el pedestal de favoritos entre los consumidores que buscan suavidad, tersura y exclusividad, quiénes se han dejado tentar nuevamente por el dúctil y delicado toque de sus fibras y las del también conocido flannel italiano, un tejido clásico, con acabado moderno de cardado terso, ideal en este ahora, para los días de verano.
La renovación de este grande, no ha podido ser liderada más que por otro grande del diseño, una de las figuras más influyentes de todos los tiempos en el vestuario masculino: Giorgio Armani, quien a través de su experiencia y conocimiento, lo reinventa acorde a las necesidades y exigencias del mercado actual, dejando atrás y casi en el recuerdo, el Harris Tweed que brillaba en viejas fotos sepia, donde aparecían los abuelos ataviados, en lo que parecía una pesada armadura de paño flannel o Harris twist, en la que apenas si se podían mover.
Cabe anotar que fue el mismo Giorgo Armani el que al inicio de su carrera, a mediados de los setenta, revolucionó el saco al liberarlo de todas las entretelas, dejando apenas las necesarias para que esta prenda, además de elegante, fuera un acompañante cómodo y fácil de usar, como un viejo cárdigan de nobles arrugas.
La apuesta de este noble textil, esta a punto en las pasarelas, esperemos se equivoquen los profesionales de vanguardia que han lanzado latigazos de fuego, augurándoles corta vida. Por ahora el flannel moderno y el Harris tweed, le han hecho el quite a los años y siguen punteando las preferencias del público consumidor de los cinco continentes. Salve al Rey.
